20.5.06

Destruye el Odio Destruye

En su mirada había odio y decisión. Sostenía el revólver con ambas manos. Su respiración era acelerada y su sudor frío, como su pensamiento. La situación se le había escapado de las manos, estaba desquiciado, y esta era la mejor solución. Un pequeño impulso en su dedo índice, un instante, y todo habría terminado.

Ella estaba asustada, aunque quiso mostrar serenidad. No intentó persuadirlo en su intento, sabía que en su mente no había duda, ni compasión, ni perdón, ni razón, sólo odio. No dijo nada, ni se movió, ni siquiera pestañeó. Había cometido un error, impulsada por la necesidad de desvincularse de aquella cárcel de angustia, de la desesperanza, de la desilusión, y ese intento de emprender el vuelo, ahora llegaba a su fin, inevitablemente. Lo miró a los ojos y pensó aliviada que al menos, en aquel instante, se liberaría de aquella opresión... para toda la eternidad.

Fue un sonido sordo. Todo sucedió muy rápido, a cámara lenta. Ella yacía en un charco de sangre y una expresión adorable en su rostro... aún conservó la vida, en una cama en estado de coma, durante 6 meses. Él no perdió su vida, perdió su razón de ser, su libertad, su sueño, su apetito, su ilusión... pasó el resto de sus días, en silencio, en un continuo llanto interior, entre cuatro paredes húmedas y oscuras.


(TEE7H1NG - 20/05/2006)

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