3.10.05

Despojos...

No me arrepiento de urgar en mis heridas. No me soporto cuando la debilidad se apodera de mi corazón y sólo puedo expulsarla con rabia. Piso donde no existe un camino y las espinas rajan mi pies... flores de sangre para el alma perdida. Sigo pisando intentando abrir ese camino y las mismas espinas se convierten en puñales entre mis costillas. Respiro entre las sombras aire carbónico, aire viciado... me ahogo en la sal de mis lágrimas, que rompen contra mi boca igual que hace el mar contra las rocas. Finjo mirar al horizonte, pero tengo la vista fija detrás de esa línea, observo como la muerte acecha a quien cuelga su vida de un hilo de seda amarrado a la rama más frágil del viejo sauce que llora angustiado al amor sepultado entre cenizas. Invierto mi tiempo en dejar que escape, pero la tristeza lo trae de vuelta convirtiendo cada minuto en hora. Me tumbo en el suelo para intentar descansar mirando a la luna, la arena se hiela al entrar en contacto conmigo y se convierte en granizo, tengo fiebre, náuseas, tiemblo, sangro por los ojos, mi estómago está vacío y vomito bilis en dolorosas convulsiones, mi pulso se acelera... de repente se hace la calma. Mi corazón ha reventado... por fin... ya podéis echar el cuerpo a los buitres...


(TEE7H1NG; 08/07/2005)

No hay comentarios: